viernes, 22 de julio de 2011

Las tres C de la infidelidad

Las encuestas revelan que el 45% de la gente afirma haber sido infiel alguna vez en su vida. Sin embargo, hay muchísimos que no se atreven a confesarlo… Para afrontar este temor tan común en las parejas, la periodista, escritora, humorista e ilustradora gráfica argentina Ana von Rebeur, aborda este tema desde una perspectiva franca y directa.
¿Cuál es la causa una infidelidad?
En toda relación de pareja llega un punto en que nos gana la rutina y el aburrimiento, y desearíamos recuperar la adrenalina y el romance de antaño. Para que se produzca una infidelidad es necesario que se cumpla la “regla de las C”: curiosidad, calentura y confidencialidad. El infiel engaña porque puede hacerlo, ya sea porque halló quien busque aventura, porque se dio la situación o porque cree que nadie lo sabrá. Si supiéramos que contamos con confidencialidad absoluta y garantía de que nadie se enterará jamás, todos seríamos infieles. Si no lo somos es para no herir a nuestra pareja. ¡Y porque tampoco es fácil encontrar con quién serlo!

¿Se busca fuera de casa lo que no se tiene dentro?
No tanto como se cree. Para la mayoría de los infieles no interesa tanto con quién poner los cuernos sino el hecho de hacerlo. La infidelidad no tiene nada que ver con lo que la pareja oficial sea, haga o deje de hacer. El infiel tiene una tendencia a serlo, por un motivo u otro.
Cómo detectar al infiel
¿Qué busca entonces un infiel en su amante?
Proximidad y novedad. Los hombres se enamoran de quien tienen más cerca. Que alguien se quede a tu lado y no se vaya es sexy, sobre todo si en la pareja ya es absolutamente todo conocido y predecible. ¿Adivina qué tiene ella que no tienes tú? ¡Que no es conocida!
¿Cómo detectar a un infiel al instante?
El infiel elige sus ropas con más cuidado que antes, hace dieta e inventa motivos para estar cada vez menos tiempo en casa. Jamás tiene hambre, y habla de temas que antes no dominaba. Cambia de gustos súbitamente, se ofende cuando le insinúan que miente y no quiere tener sexo con su esposa.
¿Son distintos los indicios de una mujer infiel a los del hombre infiel?
Para ocultar, los hombres son un desastre: van dejando evidencias por todos lados. Al contrario de lo que pasa con los hombres, una mujer prefiere que su romance quede en la mayor discreción. Los hombres infieles compensan la culpa con regalos sorpresas y comida cara. La mujer intenta estar más enojada aún, para que él no sospeche de que ella está enamorada y feliz. Los hombres toman la infidelidad como un juego. Las mujeres buscan a alguien que las abrace y las mime.
Una vez descubierta la infidelidad ¿cómo debemos actuar?
Con cautela, pues no se deben tomar decisiones precipitadas. Quien descubre el engaño debe callar, y escuchar qué tiene el otro para decir. Si lo interrogas muy pronto, empezará a mentir. Espera a saber cómo lo explica y ten por seguro que el 80 por ciento de lo que te dirá son mentiras, así que …¿para qué preguntar? Con el tiempo acabará diciéndote la verdad.
¿Romper o perdonar?
¿Es posible perdonar y olvidar una infidelidad?
Pedir perdón es una especie de sucia manipulación postraición de parte de quien ha cometido la falta. De primera, sólo es posible dejar pasar el incidente y no seguir hablando de ello. Pero está claro que no se olvida jamás, por lo cual el infiel tendrá que cuidarse mucho más que antes del engaño, para volver a ganarse, aunque sea una parte, de la confianza del otro.
¿Cómo podemos salvar nuestra relación ante una infidelidad?
Tratando de no darle mayor importancia de la que tiene, y pensando en el infiel y tú como pareja sólida, siendo el amante un tercero circunstancial que pasó a la historia, y que ya está fuera de escena. Hillary Rodham, la esposa de Clinton, asumió la infidelidad de su marido diciendo: “En 23 años de matrimonio pasan muchas cosas en una pareja, y esta fue sólo una de ellas”.
¿Cree usted que las infidelidades son la causa de la mayoría de las rupturas entre parejas?
Desde luego. Un matrimonio es un pacto de ayuda recíproca, una sociedad de socorros mutuos. Nadie toleraría hacer una sociedad con alguien que se asocia a otro sin avisarte, ¿verdad? Pues si no lo tolerarías en el mundo de los negocios, muchísimo menos en el mundo de las relaciones íntimas. Una infidelidad es una burla a la confianza que otro ha depositado en ti y está muy bien no tolerar un engaño. Pero hay que tener en cuenta determinados parámetros: quién eres tú y quién es tu esposo infiel. En el libro digo que está muy bien que te divorcies de un Don Nadie que te ha engañado, pero también recomiendo que si tu marido es alguien de la altura, sería mucho mejor que te hicieras de la vista gorda.
La persona que ha sido una vez infiel, ¿lo será siempre?
Si se atrevió a hacerlo una vez, tal vez se atreva otra más.
¿Cuáles son las claves para que tu pareja no te sea nunca infiel?
En la antigüedad, los matrimonios se soportaban por los hijos, por el qué dirán y por la situación económica de la mujer. Ahora vivimos bombardeados por estímulos publicitarios que quieren convencernos de que si no te sientes como Romeo y Julieta, tu pareja no sirve. Los dos extremos son malos. Ni hay que soportar todo atropello y falta de respeto ni hay que divorciarse al primer engaño.

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